La audiencia radial contemporánea como estilo de vida
El propósito de este ensayo es conocer la influencia de las emisoras
radiales contemporáneas para la creación de un escenario ideal hacia la
audiencia radial convirtiéndolo en un estilo de vida. Considero oportuno e
importante la redacción de este ensayo para revelar ciertas estrategias que se
nos ha impregnado como estilos de vida y cierta manipulación que ha ocurrido,
sigue ocurriendo y posiblemente seguirá ocurriendo por parte de la programación
radial, desde la creación de este medio de comunicación que conforme ha pasado
el tiempo ha ido evolucionando estratégicamente.
Conocer nuestra historia, es muy importante porque con ello podemos
explicar el presente y posiblemente predecir el futuro bajo este contexto.
En Latinoamérica la radio nace en la primera etapa del siglo XX
específicamente en la segunda década, pero no es hasta entonces de los años
cincuenta en que esta se vuelve un medio masivo satisfaciendo a grandes grupos
sociales, trayendo consigo lo que considero como la mayor ventaja de la época y
es el quebrantamiento del analfabetismo, puesto que no se necesitaba saber leer
ni mucho menos escribir para consumir información o contenido radial.
Es notorio la gran evolución de los medios de comunicación y la radio no
es ajeno a ello, si lo analizamos desde dos grandes perspectivas lo
entenderemos, la primera de ellas es a nivel tecnológico y la segunda a nivel
de contenido, puedo afirmar con certeza que cada uno de nosotros es consciente
del avance tecnológico a lo largo de los años, sin embargo este ensayo está
orientado a la segunda perspectiva y es cómo la radio ha sobrevalorado el nivel
de contenido para ganar una mayor audiencia radial y las formas o estrategias
en qué lo hacen.
El inicio de la forma tan sobrevalorada de ganar audiencia radial, fue
sino a partir de la producción de diferencias, y con ello una fragmentación, lo
que conllevó de una programación generalista para todo el público en general a
una programación especializada, que aspira llegar a ciertos grupos de la
sociedad, definidos por diversas características, como: demográfica, raza,
edad, sexo, cultura, entrelazados a su identidad. Ya que en su empeño de forjar
una audiencia venal a los oyentes, la división social y económica de esos
tiempos no era ajena para la radio, se encontraba en la división ideológica de
las programaciones dirigidas a hombres y mujeres como la división doméstica del
trabajo (Valencia
Rincón).
Con todo esto ya definido desde la
antigüedad hasta la actualidad los oyentes se sienten fidelizados con ciertas
emisoras cuando estas satisfacen sus expectativas, es por ello que la programación especializada es un transporte
copartícipe de los estilos de vida. Los oyentes escogen sus emisoras favoritas
al menos en parte, porque los refleja en sus gustos, valores e identidades.,
reafirmando los estereotipos generacionales y hasta regionales, ¿Alguna vez han
escuchado decir a los jóvenes, radio la inolvidable es para los viejitos?
Exactamente esto es un ejemplo de lo dicho anteriormente.
Una de las estrategias más notorias de la radio es que en todos los
programas no tiene que faltar las carcajadas, esto es un pase para aumentar la
demanda de los oyentes, me pregunto ¿en qué momento las personas escuchan más
radio?, quizá mientras las amas de casa lavan los servicios después de cada cocina o mientras planchan la ropa, o quizá mientras los jóvenes hacen sus tareas de la universidad, o quizá los taxistas que están todo el
tiempo sentados y quieren evitar en lo posible al aburrimiento y la fatiga. En
pocas palabras la gente conecta el radio para escaparse de una realidad ínfima.
Es necesario destacar que la manera de hablar es otra estrategia
fundamental, el lenguaje radiofónico es esclavizantemente descriptivo,
narrativo, sensual. La Divina Comedia,
El Quijote, Cien años de Soledad, trasmitirlas por radio resultarían aburridas
para el público oyente expectante. La sensualidad al momento de hablar se
refiere básicamente a las expresiones que estimulan a los oyentes.
Resulta atractivo cuestionar el ejemplo de que si un hombre viaja en un
autobús al tope máximo de personas con unos audífonos puestos, y de pronto se
ríe mientras que con su cabeza sigue un compás de alguna extraña música, me
pregunto ¿Quién está más cerca del hombre? , las personas que lo rodean en el
autobús, o el locutor que le habla al oído pero que se encuentra a kilómetros
de distancia de él. Esa es la sensibilidad a flor de piel, la radio es un medio
de comunicación más íntima, casi privado, antiguamente no era así, ya que las
familias se sentaban alrededor de la radio para escuchar lo que en esa época
era de agrado, sin embargo la televisión le quitó ese gran peso de encima. Ahora
la radio puede concentrarse en su lenguaje más específico, el de los
sentimientos, y en su carácter de compañía personal(José
López Vigil)
Por ende, si se cambió el modo en que se escuchaba la radio antes,
también debe cambiar el modo en que el locutor hable por la radio. Existen
locutores escandalosos que ya le añaden estilo a su locución, nuevamente
insisto con la intimidad de la radio hacia el oyente, pues hay que hablarle al
oído del oyente. Intimar con él, pero el estilo coloquial, y rutinario, debe
prevalecer en la programación, porque al fin y al cabo es eso, satisfacer el
gusto del oyente, pero siempre con mesura.
Cuando decimos dolor de barriga, nos referimos a un lenguaje activo,
cuando decimos, malestar estomacal nos referimos a un lenguaje pasivo y cuando
decimos complicaciones gástricas nos referimos a un lenguaje dominante, ¿Cuál
de ellos utilizará la radio?, sí, la respuesta es el lenguaje activo, el que se
habla en la cocina, el que se habla en el cuarto donde se plancha la ropa, en
el mercado, mientras prestamos un servicio de taxi, exactamente así, cabe
resaltar que no se excluye a ningún grupo social como los profesionales que
tienen un tanto alto su acervo cultural, sin embargo ese lenguaje va dirigido
de preferencia a quienes más esperan y necesitan de la radio, ¡Vaya qué
estrategia!.
Es por ello que las radios y/o medios de comunicación, nos venden exactamente
lo que saben que nosotros vamos a consumir, haciéndonos sentir de alguna u otra
manera especial, de hecho contemporáneamente de parte de la audiencia adulta,
la forma en la que más busca comunicación con el locutor es a través del
teléfono de cabina. Principalmente lo hace para solicitar alguna canción, he
ahí el lazo y vínculo que permite fidelizar al oyente, eso se hace costumbre, y
la audiencia radial día a día sintoniza la emisora de su gusto, en el Perú la
radio es un medio de comunicación importante e influyente en la vida de las
personas (Ana
Rodríguez).
En nuestro país se realizó una encuesta a nivel nacional escogiendo como
muestra a 20 ciudades del Perú y 9714 hombres y mujeres, dando como resultado
que más del 80% de peruanos escucha radio, bajo este contexto aproximadamente
el 83% de los adultos mayores (+65 años) a nivel nacional escucha radio, el 86%
de la población comprendida entre los 18 y 64 años escucha radio, y de la
población comprendida entre 7 a 16 años el 81%, considerando que a nivel de
ciudades Trujillo tienen un nivel de satisfacción de 98% con su radio local.
Por último y no menos importante es que la población escucha radio
aproximadamente 2 horas al día de lunes a viernes y es que la radio ha
demostrado ser un medio que gracias a su cobertura alcanza a la población de
todos los niveles (CONCORTV)
Sin duda alguna estas estratégicas son tan relevantes para la supremacía
de este medio de comunicación que prevalece a lo largo de los tiempos, pero hay
que destacar algunos problemas también como la manipulación. Los medios
radiales tradicionales están cultivando la procreación de un medio de
manipulación horizontal, con la formación de líderes a la medida de las
pretensiones verticales de los dueños formales del medio, sobre todo en tiempos
de elecciones y coyunturas sociales determinantes Jerry
Jara Llanos.
La gran pregunta que surge es la siguiente: ¿Con qué fin lo hacen?, con
el fin de poder económico y político que rigen el país, si en Perú el 80% de la
población escucha radio a diario y en su mayoría son los que tienen un rango de
edad entre los 18 a más que son ciudadanos de a pie y que ejercen por lo tanto
un voto electoral, es de esperarse que este medio de comunicación cree patrones
ideológicos para su conveniencia, y no siendo lo más transparente posible, en
ese sentido ese el gran miedo de los medios de comunicación y en este caso el
miedo de la radio, el miedo de la desinformación.
A un año de las elecciones presidenciales, congresales y parlamento
andino, la radio se ubica en el tercer puesto de inversión publicitaria, solo
por debajo de la inversión televisiva y la inversión digital o de internet, la
radio pues invirtió 46 millones de dólares lo que representa un 10.4% de los 8
medios publicitarios (Compañía
Peruana de Estudios de Mercado y Opinión Público).
En conclusión este trabajo ha sido relevante entonces por haber conocido
la importancia de este medio de comunicación, que ha ido evolucionando
estratégicamente y que el consumirlo se ha convertido un estilo de vida para la
audiencia radial contemporáneo, que el 80% de la población peruana escucha la
radio en la casa, mientras hacemos los quehaceres del hogar, en el trabajo, en
el taxi camino a la escuela, y hasta mientras nos duchamos para salir.
Existen incertidumbres respecto a la información fidedigna que nos
comparten, actualmente en temas como política, no podemos menospreciar temas
tan importantes porque producto de las decisiones que tomemos este 11 de abril
se verán reflejadas durante 5 años en personas que direccionarán a nuestro Perú
hacia el desarrollo social tan anhelado.
La radio fue, es y seguirá siendo un medio de comunicación muy importante
y con los avances tecnológicos que hoy en día existen, podemos de una manera
más fácil acceder a los contenidos.
Rosa,
ResponderEliminarTu itinerario es ordenado y tus aproximaciones suman, aunque la ausencia de la parte de Referencias le resta hacia el completamiento de los componentes del producto final.